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  • La psicóloga infantil Silvia Álava publica una guía en la que ofrece consejos y estrategias para mejorar el día a día en la familia

  • “Los niños de hoy en día tienen muchísimas más cosas que sus padres, pero no creo que sean más felices”, explica

Todos los padres, cuando se les pregunta qué esperan conseguir para sus hijos, contestan con rotundidad: que sean felices. Éste es el deseo principal y común a cualquier progenitor, pero no siempre se consigue. Y la pregunta que todos se hacen es: ¿cómo lograrlo? ¿estamos educando bien o mal? Y es que, en esta sociedad actual, uno se prepara concienzudamente para desempeñar un puesto de trabajo, pero no dedica apenas tiempo a una tarea tan importante y fundamental como es la educación de los hijos.

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Photo credit: bies / Foter / CC BY-NC-SA

“Los niños no vienen con manual de instrucciones”, explica la psicóloga infantil Silvia Álava, que ha decidido recopilar en un libro todos sus años de experiencia clínica para que aquellos padres que no acuden a consulta puedan contar también con las estrategias que les ayuden a mejorar el día a día en la familia. ‘Queremos hijos felices. Lo que nunca nos enseñaron’ (cuyos derechos de autor se donarán íntegramente a la asociación Nuevo Futuro) ofrece consejos claros y concretos, además de herramientas y técnicas, para saber enfocar y resolver los problemas cotidianos, sin gritos, sin llantos y sin desgaste emocional.

En sus 220 páginas se recoge, en orden cronológico, las situaciones a las que se enfrentan los padres desde el nacimiento del bebé hasta los seis años, haciendo especial hincapié en la necesidad de educar a los pequeños en unos valores tan importantes como la humildad, el compromiso, la gratitud, la honestidad, la lealtad o el esfuerzo, entre otros.

Álava explica que los niños, sin unos límites claros, se sienten muy perdidos, por lo que es muy bueno que en casa se establezcan unas normas, que dependerán mucho de la edad del pequeño, pero que en todo caso tienen que ser “muy pocas, concretas y ajustadas”. Por ejemplo, para un niño de 3-4 años, asegura que con tres simples normas conseguiríamos solucionar gran parte de las situaciones conflictivas: no llorar, no gritar y obedecer a la primera (y, si fuera necesario, no pegar).

La clave para educar -señala esta profesional- es llenarse de paciencia, y el arma más eficaz, el refuerzo positivo. Álava resalta durante la entrevista que la mayor parte de las veces el niño recibe más atención cuando se porta mal, que cuando se porta bien. Por eso anima a los padres a que den la vuelta a esta situación y le dediquen más tiempo cuando hace algo bien y le ‘ignoren’ cuando actúe mal.

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Silvia Álava, con un ejemplar de su libro.

Los padres como modelo

Otra de las claves que da la directora del área infantil del Centro de Psicología Álava Reyes es actuar más y hablar menos. A juicio de esta experta, es más importante cómo decimos las cosas que lo que comunicamos en sí. Y, lo que es fundamental, el ejemplo. “No sirve que digamos al niño lo que tiene que hacer si nosotros no lo llevamos a la práctica, puesto para él nosotros funcionamos como modelo”, sentencia.

Los primeros seis años de los niños son fundamentales

Álava invita a todas las familias a que se paren a pensar y definan los valores que quieren inculcar a sus hijos, y anima a los padres a que les enseñen a ganarse las cosas, a valorarlas, y frenar tanto consumismo.

“Los primeros seis años de los niños son fundamentales. Conseguimos que tengan ahí las bases donde anclar su futuro. Si desde pequeños están bien claras las normas, luego va a ser mucho más fácil”, asegura esta psicóloga, que considera que “los niños de hoy en día tienen muchísimas más cosas que sus padres, pero no creo que sean más felices”.

Fuente: Lucía Palacios | Madrid
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