The Pink & Blue Project
La artista coreana Yoon JeongMee (1969), profesora de fotografía en la Universidad Nacional de Seul y la Seoul Insitute of Arts, se embarcó en el “The Pink and blue Project” un proyecto en el que niños y niñas posan en sus dormitorios rodeados de sus propias pertenencias. El proyecto empezó cuando la hija de la artista tenía cinco años: la niña adoraba tanto el rosa que estaba obsesionada con vestirse con prendas y jugar con juguetes de ese color. La curiosidad la llevó a investigar más hasta darse cuenta de que el caso no era inusual. El trabajo también plantea otras cuestiones como la relación entre el género y el consumismo, la globalización del consumismo y el nuevo capitalismo.
Este proyecto de Yoon es adorable y a su vez inquietante. A través de él, observamos cómo las niñas desde muy pequeñas ya están rodeadas de productos domésticos y de belleza mientras que los niños están más interesados en la ciencia, las armas y la violencia. Los moldes ya hechos de la feminidad y la masculinidad están muy presentes en cada juguete, en cada serigrafía de las prendas de vestir o en cada accesorio y complemento. Diez retratos para la reflexión en una búsqueda para entender mejor cómo este fenómeno da forma a nuestras vidas desde una edad temprana.
http://www.jeongmeeyoon.com/aw_pinkblue.htm
El fútbol y las casitas.
Porqué los niños y las niñas son como son
María José Lera, profesora titular del Departamento de Psicología Evolutiva y de la
Educación de la Universidad de Sevilla. 1994 – La calidad de la educación infantil.
Los modos de vida se construyen minuciosamente en
los cuartos de estar, en las cocinas, en las alcobas, en
los lugares de trabajo.Jose Antonio Marina
Las diferencias en los comportamientos masculinos y femeninos son conocidas por todos y por todas, pues todos somos hombres o mujeres y hemos sido niños o niñas. Así, si recordamos los juguetes y juegos de nuestra infancia, observaremos que estaban claramente clasificados como cosas de chicos y cosas de chicas. Las niñas jugaban con muñecas y los niños con balones, las niñas se divertían jugando a la casita y los niños a los indios y vaqueros, las niñas leían cuentos de princesas y los niños tebeos de buenos y malos, las niñas reñían entre ellas y se “dejaban de hablar” y los niños se peleaban de forma ruda, las niñas se interesaban por los bebés y los niños por los coches y las pistolas. Así ha sido nuestra infancia, y si salimos a la calle y observamos los juegos infantiles comprobaremos que siguen siendo bastante similares. (Oakley, 1985)
Si nos remontamos a nuestra adolescencia reconoceremos que como chicas nos preocupaba enormemente nuestro aspecto físico, las ropas, el maquillaje, el que dirán, los novios, los compañeros, y muchas pequeñas cosas como el cuidado por los materiales escolares o la decoración de nuestra habitación. Los chicos, por su parte, se interesaban más por los deportes, el salir y estar en pandilla, en gastar bromas, las motos y los coches. Estas diferencias en la infancia y la adolescencia no sólo se mantienen sino que se acentúan cuando llega la adultez, y observamos cómo hombres y mujeres desarrollan carreras profesionales diferentes, tienen distintos gustos y aficiones, hay un reparto diferente en las tareas de la casa, disfrutan haciendo diferentes actividades, e incluso podemos llegar a decir que piensan de distinta manera.
Se han analizado las diferencias entre niños y niñas, hombres y mujeres a nivel biológico, comportamental y social. Recordemos que las diferencias entre niños y niñas a nivel biológico se reducen a tener un cromosoma distinto (de los 46 que tiene cada célula), y este cromosoma será el responsable del desarrollo de las diferencias físicas y hormonales propias de cada sexo. Sin embargo, estas diferencias hormonales no son ni estables ni absolutas, pues no existen hormonas que sean exclusivas de un sexo, ni las diferencias se mantienen constantes a lo largo de todo el desarrollo humano. A nivel de comportamiento y procesos psicológicos, tampoco se han encontrado grandes diferencias entre hombres y mujeres, salvo algunas tendencias como que las niñas y mujeres tienen una mayor orientación social, y mantienen relaciones sociales más empáticas y democráticas. Sí aparecen enormes diferencias entre hombres y mujeres en cuanto al tratamiento socio-cultural que históricamente han recibido.
http://www.psicoeducacion.eu/eduinfantil/el%20futbol%20y%20las%20casitas.pdf
Conclusión
Hemos querido hacer ver la relación entre estas dos fuentes de información ‘The Pink & Blue Project’ y ‘El fútbol y las casitas’ para reforzar la importancia que tiene la educación en valores en los más pequeños. Los estudios realzan cómo influyen los juguetes, la vestimenta, los mensajes, los medios de comunicación…y cómo estas influencias no sólo se mantienen a lo largo de nuestras vidas, si no que se acentúan en muchos casos. Un artículo que nos hace reflexionar.